La impaciencia
latente en cada gesto.
La tranquila impaciencia.
Maldita y bendecida.
La impaciencia insuficiente y resistente.. hacia lo que vendrá después.
Y él no sabe, pero intuye, que el principio de lo que creía un final,
Es un espiga clavada en el alma.
Una daga de perlas ensartadas
en el corazón ♥.
Y su corazón es piedra preciosa
en constante evolución..
siempre puliendo su canto
Para no cortar demasiado
Con las ebras de su indecisión.
sopesando cada emoción.
Hasta decantarse por aquella
que hace pleno en la razón.
Uniendo así la consciencia e inconsciencia.
Replegando alas hasta que soplen vientos nuevos.
Porque la libertad no siempre es volar.
A veces también es quedarse quieto.
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