Transmutación

Chisporroteaba el fuego
En el hogar de la luna
Que siendo duende
Se transformó en bruja.

Conjuro de los hombres
Para convertir en musa
Su esencia de colores
Su alma sin bruma.

Así pues se transformaba
La duende hecha bruja.
La musa callada
Como mecida en cuna.

Su interior ardiendo
Su bosque cenizas de nada
Su corazón lloviendo
Los brotes del alma.

El humo de la esencia
El humo de la estancia
Compartian el mismo olor
Inhalado para la magia

Olor A tronco podrido
A sapo vestido
A canto de asno
A hombre callado
A Halo de frio
A piedra limada

Olor dolido...
Enfervecido
Olor herido
Olor envejecido.

Durmió  entonces al duende
Escondido en el vientre
Hasta k el río templara
Y por fin despertara
como duende encantado
Con el puño levantado.

Y así se iba transformando
La duende hecha bruja
Y todavía se escucha
En la Laguna clamando
Su irrintxi de furia
Su corazón helado

Bruja que se guarda
Escondida En la penumbra
Cuidando sus dones
De la malicia de los hombres.
Riendo tierna y
Riendo mimada
Por el río y
Por la montaña.