La salvaje vorágine de elefantes rojos,
Envuelve mi corazón
El otoño no existe en esta tierra olvidada,
Por la que ya no se llora, a la que apenas se ama.
Daría una perla de mi alma por que los elefantes rojos
Olvidarán el camino de su suerte,
Y Recordarán el camino de la selva y la sabana.
La vorágine de humos y metralla uniformada
Envuelve mi corazón en humo blanco de lavanda
Para lavar su dichosa persistencia
Por la caza indiscriminada,
De personas envueltas en el corazón salvaje
De la sabana,
De la dulce luz de la mañana,
Y su mar agitada.
De los pájaros verdes que conceden el paso
Para las ovejas encarriladas.
El otoño no existe en esta tierra olvidada,
Por la que ya no se llora, a la que apenas se ama.
Donde la vida fluye en cada grieta de rama seca,
Partida o tirada.
Donde el ruido es música que acaricia el alma,
Y las hienas gritan anticipando el mal que las llama.
Donde la llama de mil estrellas naufragadas, caídas del cielo
Y las mil lunas que existen en cada canto y cada sueño
Envuelven mi corazón en esta tierra olvidada.
Hola, soy Alicia, del programa de radio Villalba "el tranvía". Por fin he visto y léido vuestro blog. He quedado encantanda, ¿habrá sido el aquelarre? Irene, me gustaría leer algo el próximo jueves en el programa, o lo lees tú si puedes. Besosss
ResponderEliminarhola, desde el Tranvía de radio Villalba hemos quedado encantados con vuestro blog, ¿habrá sido el aquelarre? Irene nos gustaría leer algo tuyo el próximo jueves en el programa, o lo lees tú si puedes... Besosss
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