¿Como creer,
Como tener la absoluta certeza,?
Si todo cambia.
De la misma manera,
Que cambia el viento
Su camino,
Cuando recorre,
La ladera.
Esa Que lleva a tu Nido.
en donde te escondías,
Cuando no eras más que un niño,
Huyéndole al destino.
¿Cómo creer con absoluta certeza?
Si al posar la mirada,
En la morada
De montaña,
Día tras día,
Año tras año.
Ya no ves lo mismo.
Porqué cambió el colorido
De la fachada.
Cambió,
A Algo más envejecido,
Cambió también, de inquilino.
Cambió, como todo cambia
Sin razón o con motivo.
Como todo cambia ,
Como cambio yo.
Cómo cambias tú.
Cariño mío.
Y sé,
Que el constante cambio,
Para tu corazón salvaje
Es agua fresca recorriendo te
El gaznate.
Es aire puro entrando,
Por tus fosas nasales.
Y sé,
También sé,
Que el cambio constante,
También cansa.
Por tener en alerta los sentidos,
Siempre en pie de guerra,
Contra las piedras del camino,
Con las que tropezar No quisiera.
Siempre en alerta,
Para solventar cada cosa Nueva
Que llega o se va.
Para gestionar con agudeza,
Cada situación impuesta,
Por éste constante cambio,
Que contigo es camino,
O senda, o nada de eso.
Porqué..
Tal vez tú vida sea,
Andar entre matorrales,
Y hierba.
Sin hitos Ni señales,
Que te guíen o marquen
La dirección auténtica,
Esa de cambio constante.
Mis señales, mis guías
Embrujan la dirección de mi camino,
Tal vez porqué todo cambia,
¿Incluida Yo?.
Tal vez porqué la eternidad,
No sea más que vacío,
No sea más que una idea hueca,
La eternidad,
Como la libertad,
Algo con lo que se sueña,
Que casi se toca.
Pero que acariciar no sé deja,
Por ser utopía y poco más.
Y no hablo de rutina,
No habla está hoguera,
De la acción repetida,
Hasta la saciedad,
Día a día.
Ofreciendo seguridad,
A quién por ese camino transita .
No habla no,
De la confianza de creer,
Que el día a día es inamovible,
Eterno tal Vez?.
Libre de ser elegido cada día,
Cómo pasos repetidos,
Hacía una única dirección.
Hacía un único destino .
Todo atado,
Todo igual.
No.
Está hoguera canta,
Con su Fuego ancestral,
Del cambio constante,
Y a veces radical,
En el que el mundo cambia.
En el que la vida cambia,
De un paso al otro.
Y Donde antes había camino,
Ahora sólo hay barranco,
Barranco del olvido.
Canta el fuego encendido.
Que Algo lo puso en el camino,
Tal vez un espíritu furtivo.
Espíritu del futuro,
En el presente escondido .
Barranco aquí puesto,
Para ser cruzado,
De cabo a rabo.
Tal vez aquéllos y aquéllas,
Que le bailan a la hoguera,
Quieren que bailemos el baile del olvido.
Que le bailemos al destino perdido.
Tal vez quiénes la encienden quieran.
Que ésta hoguera olvide,
Que es con el Amor con lo que se alimenta,
Que su Fuego aviva al corazón salvaje.
Salvaje en su libertad,
Se libre.
Dicen los habitantes del Fuego.
Y elige.
Libre de elegir no elegir nada,
Por qué todo cambia.
o elegir el elegirnos,
A cada paso vivido.
Con total libertad.
Esa libertad que nos brinda,
El amarnos para toda la eternidad.
Tal vez eso sea lo único que no cambia,
Cuándo todo cambia.
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