Juegas con mis demonios?,
Juegas a las cartas con ellas y Ellos.?
Quieres jugar?
Mira qué mis demonios No se pueden atar
No son míos .
No son tuyos
,suelta los.
Déjalos libres
Aunque estén siempre en tí
Aunque dejen de estar en mí.
Suelta tus demonios.
Que no sé escaparán .
Forman parte de lo que somos tú y Yo .
De la vida, forman parte.
los suelto?.
Los suelto sí.
Para poder observar de lejos,
Cómo se comportan en realidad .
Porque los demonios atados
No se pueden dominar,
Así que sueltalos.
Y ya verás que no van a ser tan malos .
Y con Ellos entonces podrás jugar
Nuestros demonios.
Pequeños diablillos
Que no son la esencia .
Pues son La herida abierta.
Por la que salen y entran
Sin darnos cuenta.
Tal vez porque Forman parte,
Parte de Ella.
De ésta herida tan vieja.
Tal vez gastada.
Tal vez algún día cicatrizada.
Y Mis demonios,
Quieren conocer a los tuyos,
Quieren que abras la caja de Pandora,
Con sigilo,
O a lo bestia,
Da igual,
Sólo quieren salir,
Expandirse
Y Fluir.
Obsérvalos entonces,
Desde tú esencia.
No te dejes llevar por Ellos
No te dejes arrastrar por Ellos
¿O sí?
Porque...
¿son los demonios propios,
Guías de tu destino?
O ¿sólo te acompañan
Durante éste camino?
Tal vez Sean lo que tú quieras que sean.
Destino o sólo camino.
Y sé que a veces
No somos capaces de reconocer,
Que parte son
De nuestra condición.
Y entonces desatinos del destino son.
Y sé, que al fin,
Cuándo los reconoces en tí,
Cómo partículas del ego,
Cómo cristales de tu propio espejo.
De cada vivencia grabada a fuego,
Cómo actos reflejos,
Respuestas grabadas en agua,
Que provocan los mismos sentimientos,
Durante situaciones repetidas en el tiempo.
Con las que responde el cerebro
Y con las que llora el Alma.
Cuando los reconoces en tí,
Y les pones nombre,
Y los separas de tu ser,
Ellos dejan de ser guías de un destino
Para convertirse en Señales del Camino.
Por dónde caminar fluido,
Hasta ese objetivo,
Que te hace saber y sentir,
Aquello tan importante
Que al poco de nacer olvidaste,
Y qué por fin recordaste,
Y que no es más que saber
El porqué estás aquí.
Mis demonios me guían,
Con las Señales prohibidas
Para que no me pierda
En mis propias mentiras,
Y camine ligero,
Hasta llegar a descubrir,
Éste misterio,
que es la vida.
Aquello que Ya no se olvida.
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