Mi Alma está rota.
Dividida en dos
Por un lado la inclinación hacía un recuerdo,
ReTratado cómo dios Verdadero.
Por otro lado la inclinación hacía una meta,
Imaginada como diosa certera
Mi Alma dividida
Entre dos mundos contrarios.
Y a la vez deseados.
Mi Alma Rota.
Sin saberse Rota.
Y eso me hace estar cabreada.
Cabreada Con éste cuerpo.
Cuerpo terrenal.
Que no le deja al Alma.
Avanzar.
Soñar.
Divididos pues Alma y cuerpo
Y sé que para unirlos otra vez,
he de retroceder
Por aquél túnel oscuro.
Que lleva a mi Vergel.
pero tal vez,
las espinas mejor guardarlas Dentro.
Mejor, dejarlas Enganchadas en el pecho.
Aunque las sienta Cómo un sedal,
Que me une a ti.
Pero, y si...
Y si, por un casual.
¿Esa espina me la clavé Yo?.
Esa espina sedal e hilo conductor que me une a tí, ¿esté a la espera de poderse soltar?
O por el contrario espera que tire de ella aún mas?.
Para que no me hunda en el mar del otro lado.
El imaginado cómo un océano de Amor pleno.
En Donde estás tú.
Y entonces
Tal vez, sea engullida
Por ese dios de las profundidades,
Del origen del mundo
De donde el hombre proviene
De donde mi alma proviene.
Ese Dios que siempre imagino y con el que sueño,
sin rostro ni cuerpo.
Pero al que quise ponerle tu nombre.
O tal vez caiga en la tentación de tirar del sedal,
Cada vez más fuerte.
Y te saque de esa burbuja.
Y te atraiga hacia aquello que se encuentra al otro lado del mar.
Para que puedas amar .
Para que pueda hablarte Sin imaginarte,
Ni soñarte, Sin llorar
Nuestra Alma Rota en dos.
Por un lado Tenemos
Al que es, a la vez amigo,
Complemento de la Soledad
Maestro del olvido.
Por otro lado está el etéreo ser,
Lejano en el presente
Ausente.
Cuerpo lejano hacía el oriente.
Hacia donde mi Alma vuela,
Dividido entonces mi ser.
Por estar separado el Alma Del cuerpo.
Separados
por alejarse tanto del cuerpo hacia donde estás tú.
Hacía donde se encuentra tu corazón.
Hacía donde no puedo ir yo
Mi Alma...
Dividida...
En dos.
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