A instantes.

¿Que te oprime que te duele tanto.
Tal vez El miedo a la felicidad,? 
Cuando la acostumbrada tristeza se posa en mi corazón el miedo se disfraza, 
cómo armadura y coraza, 
invisible, cuando no queremos reconocernos parte de nosotros. 
Y sé que a veces lo necesité, porque el miedo fué herramienta en mi corazón. 
Hasta hundirme en sus aguas bravas. 
Y el cabreo de mi inutilidad por no saber flotar me inspiró otro cabreo mas profundo aún, la valentía de salir a flote sin saber qué ese torrente en donde navegaba me llevaba poco a poco a tu orilla. 
De piedra mullida y arena limpia. 
Y entonces apareciste tú, dando la herramienta para liberarme de la tristeza cuando creía que el coraje no era suficiente fuerza para salir a flote. 
Y quise llegar a tu lado , llena de amor . Por calentarme la fiereza, porque no veía que el agua era fría, tan inmersa en mi dolor que estaba, jugando con el miedo cómo si seria parte de yo. 
Porque la libertad erradica en ello.
Miedo a la vída, a la muerte, a la felicidad, a veces si miedo disfrazado en odio al dinero, o a la perdida y el abandono, cuando no te siento dentro de mi. Querida y amado planeta. 
Miedo de raíz dolorosa, profundo dolor disfrazado en miedo. 
Que la vida es una escuela de baile, cuando hay interés por ella.
Querido y amada mía ¿quieres ser eterna en un mundo sin flores sin naturaleza, sin seres que te comprendan?.
Porque yo entiendo que el mundo compartido es mas dulce y bonito.
Cuando la verdad se entiende y se comprende , aunque el congojo tuyo parezca miedo. No es tu miedo no, es mi amor en ti sentido querido,
Y que se transforma en un suspiro de alivio al verte evolucionado y evolucionando. Sin ser lo uno o lo otro más importante.

Aprendiendo unidos, en ésta pista de baile. Si quieres conmigo. 

Si te dejas fluir, con el corazón y con la cabeza.
Y cada quien a su ritmo, en éste baile compartido. 

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