La última serpiente


Su alma pregunto a la muchacha :

Ésta es tú esencia en la tierra? 
O
Es una estrella? 

Cuando Desde las alturas
Me observas
y me quieres
 Y comprendes?

Pero rápido te posas
con ese batir de alas.
Que es tu mirada
Profunda y calmada.

Batir 
Raudo y ancestral. 
Hacia mi galaxia terrenal,
Llena de música y letras.
En un futuro aún sin confirmar.
Entonces me preguntas:
¿Vienes?
O ¿te quedas? 


Porque Para bailar
Libre Tras el vendaval.
No hacen falta alas
Ni miradas.
Tal vez sólo palabras.
Aquellas prendidas,
En el significado
De la raiz.

Pero éste  andar.
O caminar...
Al evolucionar.
Me retrae a un pasado,
Extinguido.
Pagano.
Qué Con la Boquita,
Llena de toda respuesta
A la pregunta inicial.
Le contesta:
Que mi alma
Te entiende,
Aunque no se venda,
Querida presencia
Qie no entiende que,
Cuando el amor
Natural Al verte,
Se empapa
De ésta montaña.
Que engrandece
A quien te acompaña
Haciéndome grande,
Haciéndome pequeña,
A la vez.
Tanto en tu cima.
Como en mi llanada.
De manera igualitaria.

Tú Sólo,
sólo la esencia,
en la presencia,
De un yo,
Que la palabra no emplea,
Por no encontrarle
Significado auténtico
A ninguna de ella.

Tu sólo el alma,
Que escucha al yo en silencio,
Lleno de la savia,
De aquel sentimiento,
Borrado por cada pisada,
Pero que aún así
ilumina con su calor.
Al vacío de la Comparación.
Al Valor de la ofrenda
Que a veces se pierde
Y no sabe donde se encuentra.

Amor
el único Don.
Es aquello que se demuestra.
Y es además, 
aquel antiguo saber
que la palabra lo  transformó
En poder.
Desluciendo a la verdadera naturaleza,
De su sentido..
Cubriendo en un pasado,
No tan lejano,
De un polvo amarillo,
Cegando con su brillo
a la totalidad.

Habrá que desempolvar
La sabiduria ancestral.
Y la palabra justa,
El significado exacto.
El perfecto acto.
El Incomensurable sentir.
Cuando estamos en el mismo plano,
Pero desde el otro lado.
Si. Al Don.
Porque el poder es de la moneda la otra cara. Para que se entienda.

Y
Cuando vuelva a mirarse cara a cara
La luna y su entraña
Por tu montaña,
En este círculo cerrado
De varias puertas
Dimensiones a otras estrellas.
Que todas son
 Como la montaña
Que es el planeta
no rota,
Unida
No fragmentada,
Mas bien florecida,

Una gran montaña,
Que se abre en pequeñas tierras,
para regalar
La Calidad de las  Cualidades
De sus minerales.
Como ofrenda a las diferencias
De aquella única raíz,
Del núcleo nacida.
Y poder verte así como pajarillo
Volar, ser feliz.

Círculo ,abierto?
A veces olvidado.
A veces recordado.
Perdido en el subconsciente.
Pero siempre de la mano.
De quién nos sostiene.

Que no abre la puerta,
No abras la puerta
No sea que tropieces con la misma esfera, de infinitas escalas,
Que son pasos hacia tal vez la nada,
Donde el todo pasa.

No intentes entender.
Sólo déjate ver.
A través de la idea,
Y de esa puerta abierta,
Por tu esencia complementada.

Estrellas que son cómo
Los pasos de esta canción
Que se miran,
Como mira la abeja al mundo exterior.
Observando la plenitud de colores
Que parecen no sacados de la paleta.
De un humano y su obstinada e ilimitada,  limitación.
O tal vez al reves ha de ser y

Tal Vez, algún día...verás
 mi querido soñador.
Como mis pupilas cambian el color
al mirar, 
Porque tal vez sólo una estrella sea con diferentes reflejos, una estela a la
 que saber observar.
Un planeta que debe saberse conocer.
En toda su plenitud.
Como tu a mi
Como yo a tu.
Como tu consciente
Y mi. Subconsciente.
Cuando siento tu amor.
Envolviéndo a mi corazón.
Y la rabia no duele.
Y la culpa desaparece.
Y la duda se diluye.
O la esperanza vuelve.
La Comprensión nace
Y la certeza se compacta.
Para vernos a nosotras mismas
Desde nosotros
O a nosotros mismos
desde nosotras.
Siempre
Como realmente nos plazca
Limitada o ilimitadamente.
Cada una cada uno.
Como pueda o
Como puede.


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