Soy semilla de luz,
perdida en un abismo de dolor.
Soy corteza de avellana,
Que resiste al embiste.
Con total despiste.
Soy violencia marchita,
del ser humano,
que todo lo enquista,
Por su cultura machista.
Violencia marchita,
de la violencia de la vida.
Soy la nube con forma de Luna ,
que se ve difusa,
Como la espuma
Cuando se me tiende la mano.
Pero a la vez
Soy la mano tendida,
Ofreciendo una luz perdida.
Que no sana la locura
Del ser humano.
Soy esponja marina,
que absorbe la sal de la razón,
que, como en un cuento,
sueña con sanar su corazón
Yo soy el desastre,
el duende que baila olvidado,
en tierra extraña.
Que hace la guerra,
con la mente y el alma.
Soy el diablo, a veces,
cuando esta tierra me empapa,
de su sudor que todo lo abarca.
Soy un fruto en barbecho,
que arde en mis entrañas.
Soy lo que no se ve,
lo que a todos se les escapa.
El regalo a una duda
Mal disimulada.
Soy la sala de espera,
el examen estricto,
el respeto
desde la impaciencia.
Soy sin ser,
el dulce embrujo de tu ser,
Cuando habitas la soledad.
la tensión hecha niebla,
que no se deja amar.
Que no deja de amar.
Soy mi olvido,
la burbuja en la que a veces nos convertimos.
Soy una lagrima en silencio,
y en solitario, y sin ser...
Soy tu,
que me miras sin ver.
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