Akelarre

La luna se mira en el reflejo del mar Pensándose única, pensándose especial, La tierra se mira en el reflejo de la luna Pensándose especial, pensándose única, Y sus reflejos iluminan la noche plagada de estrellas. El mar baila lentamente con su voluminoso cuerpo, Danza sinuosa, oleaje sin sueño, Y el viento mece a las hojas, que ligeras se dejan besar. El rabo de un gato también baila, Contoneándose con delicadeza, Hablando en lengua lunar, Mientras las llamas salpican de luz la oscuridad. Las diez gargantas mueven el aire y lo hacen vibrar, Con el irrintxi salvaje en su clandestinidad. Los pliegues de las faldas juegan con picardía a no dejarse quemar, Y el brebaje está a punto, hipnotizando al palo que lo hace circular, Más rápido el cielo gira, más rápido el vientre suspira. Los pies con frenesí y deleite, golpean con fuerza y sienten, Los pechos, arriba y abajo, los cabellos alborotados. Los cuerpos empapados del sudor de la locura, Y en el reflejo mirándose la luna. Y la tierra, en el reflejo, sintiéndose, Y sus destellos atravesando las miradas, Y el brebaje que empapa el alma. El irrintxi que se hace dueño, El sol que se muere de envidia, La loba tranquila vigila, junto al búho que todo lo mira, Y el rabo del gato bailando, y el mar balanceando…. La noche está prohibida esa noche, Nadie se mueve, nadie respira, Solo las gargantas de las brujas gritan, Los corazones rebosan vida, Y los sexos ansían. Chisporrotea el fuego por el brebaje escupido, Aúlla el hombre, con miedo escondido, El trueno ruge excitado, incitando al diablo, Y el cielo nublado se ilumina, Y por las venas fluyendo la vida, El mar embravecido las olas levanta, El hechizo se alza………………………… Las faldas caen al suelo, se hace el silencio, Los pies descansan, los pechos tocan el cielo, Y las estrellas inundan el universo. El fuego duerme, la loba asiente, Y las gargantas suspiran, Porque de ellas es la noche, La noche, de ellas por siempre.