La fuente




Me dirijo a la fuente de agua clara,
Ningún objetivo en mi mente, ninguna causalidad;
Tal vez escapar de la locura que me separa del mundo.
El viento arrecia con fuerza dentro y fuera de la casa
Que una vez fue refugió de estudio,
Ahora cueva de hechizos que se disfrazan en desgracia.
El templado viento azota mi cuerpo, mi cara y mis manos
Cuando salgo a la calle y empujo mis pasos hacia el sol meridiano.
Un miedo está presente en mi pensamiento
Un miedo a lo desconocido que soy yo mismo.
Ni un alma en la única calle de este pueblo
Que siento desde hace tiempo como mío;
Ni un alma, salvo un gato estático a la espera
De que mis pasos se alejen de él para continuar con su camino.
Pronto veo la fuente de piedra con su pilón a rebosar,
El chorro repiquetea en el suelo
Pero no alcanzo a escuchar su cantarín sonido,
El insistente viento no deja de acariciar mis oídos
Con la violencia de un amante impetuoso.
Cuando llego a mi destino inclino la cabeza
Y acerco mis labios a la fresca agua montañesa.
Bebo, saciando mi sed, y un dulce pensamiento
Se posa en mí durante un momento.
Dudo sobre la veracidad de esta idea loca, idea genial,
Entonces el viento, cómo si de dar respuesta se tratara
Empuja el chorro de agua sobre mi ropa seca
Empujándome, a su vez, a volver sobre mis pasos
Para hacer realidad esa idea loca que,
No es más que escribir sobre este pensamiento.

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