kiero

Kiero cambiar el tiempo, transformar los astros del cielo,
cambiar el universo, volver al blanco, negro; y al verde, azul cielo
Kiero transformar al fuego en agua, para ke no me quemen tus recuerdos
o cambiar al agua por fuego, y así arder desde dentro.
Kiero ke la noche sea el día y así por el día seguir durmiendo,
ausente de las humillaciones, de los miedos.
Ausente de todo lo ke he perdido y aún deseo.
Kiero correr hacia arriba, hacia el cielo,
hacia el viento ke borra los pensamientos;
Hacia las nubes blancas en las ke perderme puedo.
No kiero respirar hacia fuera sino para adentro, para el mismo epicentro,
donde todo nace;
Y mientras volteo el tiempo, evitar el nacimiento
de aquellos sentimientos ke fluyeron sin aviso ni permiso por mi cuerpo.
Kiero cambiar los labios, por lirios, convertir los dedos en raíces,
las pupilas en semilleros, para poder observar en silencio,
con todos los poros de mi cuerpo.
Kiero recordar lo olvidado y olvidar todo lo ke recuerdo,
todo lo ke se cuela por mi sueño, felices recuerdos de noches sin tiempo,
de risas sin dueño.
Kiero cambiarlo todo, para nacer de nuevo, ser lo ke no soy, volverme pequeño.
Kiero no reflejarme en el espejo, si no en tus ojos morenos, donde ahora no me veo.
Kiero encontrarme con el fuego ke quemó este acabado juego.
Y no tener miedo; y no llenarme de reproches por las llagas que aun conservo.
Kiero ke lo imposible se haga posible, que kien siempre está después, esté por una vez primero.
Kiero. Kiero. Kiero, pero no puedo.