nana sobre la muerte

caminaba despacio hacia ningún lugar
paso tranquilo, paso pérdido.
La luna acariciaba la punta de la hierba fresca, y a él también acariciaba,
y la brisa nocturna entonaba una nana de reflexión:

"muchas puertas había tenido que cerrar para poder abrir las demás,
muchos caminos había tenido que dejar atrás"

caminaba mirando al frente, pero sin mirar el camino tantas veces recorrido,
Y mientras se adentraba en el bosque, los árboles, con sus retorcidas ramas entonarón una reflexión:

"La resignación nunca se le dió bien,nunca quiso esperar a que se pasará la resaca de la desilusión,nunca quiso mirar atrás"

El paso firme, la mente en blanco, la espalda erguida con una única esperanza, la de despegar las alas del alma, que según se le antojó deberían nacer por la espalda, cómo las aves. No de las manos, ni de los pies, sino del lugar que soporta el peso de la vida, el paso de los años, de los llanots y las caricias.
Y sintiendo ésto le vino una reflexión:

"cuantas veces había tenido que cerrar los ojos al presente,
cerra el corazón para abrir el lama y volar, volar a la nada y dejar el todo atrás"

El frío de la noche lamía su piel cubierta, despertando en él las ganas de seguir, y por eso seguía bailando entre las piedras llenas de musgo y hiedra, que serpenteaban por el camino, cómo el propio camino serpenteaba por la ladera.
Con la mente en blanco, con los ojos fijos en la nada en la que volaba, esquivando raíces que en bajito murmurabán una reflexión:

"tantos corazones rotos en sus manos, tantas personas a las que había dejado de lado, a las que había defraudado, por intentar ser el mismo, tanto y tanto daño camuflado en felicidad, para poder sentir la piel, para no dejarse a si mismo atrás"

Sus pies se detuvieron bajo una vieja haya, casi tan vieja cómo él, el cuchillo carnicero abrió una profunda grieta en su pecho; Y de aquella grieta, con las dos manos, saco su corazón todavía palpitando y lo enterró. Pero no bajo el suelo, sino dentro del arbol, en un agujero escondido, protegido del frío, protegido de si mismo.